Ernesto Sandler
EMPRENDER Abril 2025

Equilibrar la ansiedad con la paciencia


El deseo de lograr un éxito de manera rápida genera una gran ansiedad e impaciencia que impide adaptarse al tiempo que demanda todo proceso de producción.

Diariamente ingresan al mercado miles de actores que emprenden actividades novedosas e innovadoras con el propósito de vender, en poco tiempo, sus productos para lograr beneficios inmediatos. Esa búsqueda del éxito rápido suele generar una fuerte presión en los emprendedores. Presión que en algunos casos es positiva porque los recarga de energía para lograr sus objetivos pero que –en la gran mayoría de los casos– suele ser negativa porque le producen una gran ansiedad y temores que los dañan física y mentalmente. 
Si bien todas las personas necesitan una pizca de ansiedad para emprender desafíos, cuando esa ansiedad se desborda suele generar consecuencias negativas como el estrés crónico, desequilibrios emocionales, patologías físicas y decisiones apresuradas que pueden afectar la continuidad del emprendimiento. 
La adrenalina generada para alcanzar el éxito en breve tiempo se puede transformar en angustia, temores o pánico cuando surgen problemas que impiden concretar los planes en el tiempo y forma deseada. En estos casos el estímulo producido por la ansiedad se transforma en una energía negativa que genera una fuerte tensión emocional, insatisfacción, frustración, trastornos de sueño, estrés, auto descalificación y ataques de pánico que inducen a abandonar el proyecto emprendedor o a tomar decisiones erróneas con el propósito de llegar rápidamente al objetivo deseado. 
Por esta razón, es muy importante que un emprendedor controle la ansiedad, no sólo por sus consecuencias físicas y mentales sino porque la realidad económica enseña que no siempre es posible alcanzar los objetivos propuestos y mucho menos lograrlos en un abrir y cerrar de ojos. Todo proceso de producción y consolidación de un producto en el mercado demanda una inversión de tiempo que habitualmente es superior al planificado o deseado. Errores de cálculo, contingencias, rectificación de proyectos, cambio de estrategias comerciales o situaciones imprevistas hacen que los plazos previstos para alcanzar una meta habitualmente se extiendan más allá de lo planificado. Aunque el deseo del responsable de un emprendimiento sea lograr sus objetivos de manera inmediata y sin riesgos esto no suele ser posible. 

La pretensión de generar resultados económicos rápidamente y sin contingencias es una ilusión que la realidad suele demoler.  

Un emprendedor debe aprender a controlar su ansiedad para no padecer de angustias, desesperanza, inseguridades, miedos y desazón. Es fundamental que estimule su paciencia, templanza y perseverancia para adaptarse a los tiempos que demanda la realidad económica, a los riesgos, imprevistos y los cambios del mercado. 
Un gestor de negocios necesita tener paciencia para acompañar el ciclo de crecimiento, maduración y consolidación que requiere todo proceso productivo. Necesita perseverancia porque el camino hacia la concreción de los objetivos suele ser sinuoso y plagado de adversidades. Finalmente, necesita tener templanza para controlar su ansiedad, superar los fracasos y no dejar que el ánimo decaiga. 
Un emprendedor, aunque se dedique a la producción de aplicaciones tecnológicas o vuelos espaciales, no debe perder de vista que toda actividad económica tiene mucho en común con el proceso que deben atravesar los agricultores. La gente de campo sabe que hay un tiempo para invertir, otro para esperar y finalmente otro para recibir. Sabe que para producir manzanas necesita preparar la tierra para sembrar las semillas. Luego viene el tiempo de cuidar los brotes de las plantas para que crezcan sanas evitando plagas o superando sequías. Finalmente, llega el momento de la cosecha y la venta de las deliciosas manzanas. El agricultor sabe que no puede acelerar su proceso de producción y pretender resultados de un día para otro. Obtener su recompensa económica demanda un tiempo por lo que ha aprendido a ser paciente para alcanzar sus objetivos cuando se le presentan adversidades.  

Toda actividad económica demanda un tiempo de ejecución que comprende el lapso que transcurre desde su puesta en marcha hasta la obtención del resultado.  

Nadie puede escapar al tiempo ni manejar a voluntad todas las variables que confluyen positiva y negativamente en la concreción de un objetivo. Es cierto que diariamente se ensayan tecnologías, se cambian los sistemas de producción, se incorpora robótica, se utiliza la IA o se capacita a los trabajadores para que los períodos de producción sean cada vez menores. Sin embargo, esos logros no pueden evitar que el factor tiempo siempre esté presente en todo emprendimiento. Contemplar esos lapsos de tiempos y tener en cuenta que por diversas razones pueden extenderse más allá de lo previsto en los planes es esencial para controlar la ansiedad y estimular la paciencia para adaptarse a las demoras que generan las adversidades que se presentan en todo proceso productivo. 
Entiendo que en la actualidad ser paciente no es fácil. Cada vez es más frecuente que los responsables de emprendimientos no solo busquen el máximo resultado con el mínimo esfuerzo sino que también quieren que esos resultados se logren en el menor tiempo posible. Son muchos los emprendedores que por ansiedad abandonan un proyecto al comprobar que el proceso de siembra y cosecha es demasiado extenso. Prefieren emprender actividades en la que puedan ver los resultados de manera inmediata por lo que abandonan sus proyectos ante un riesgo o presunción de demora en la concreción de sus objetivos. 
Sin embargo, pretender resultados exitosos de manera instantánea y rápida es una ilusión en la gran mayoría de los casos. Buscar logros inmediatos y sin riesgos suele ser un deseo imposible de cumplir porque la experiencia atravesada por cientos de empresarios demuestra que los imprevistos, los errores y el mercado obligan a que los procesos no se logren en el tiempo planeado. 
Un emprendedor debe ser paciente, flexible y perseverante. Debe evitar que la ansiedad lo desborde y lo afecte emocionalmente porque no logra todo lo que desea con rapidez. Debe comprender que la pretensión de concretar sus objetivos de forma rápida suele ser difícil de lograr porque todo proceso de producción puede demorarse o dilatarse por diversas razones. La realidad suele ser un obstáculo para alcanzar en tiempo y forma los objetivos buscados. 
Un emprendedor tiene que estar preparado mentalmente y patrimonialmente para enfrentar las demoras y riesgos que suelen presentarse en proceso productivo. Pensar que alcanzar un objetivo de manera rápida y exitosa depende exclusivamente de su voluntad es un pensamiento mágico. Esa manera de encarar las actividades económicas da lugar a muchos errores, frustraciones y auto engaños. En la economía las intenciones o deseos deben pasar por el tamiz de la realidad. El cementerio económico está plagado de buenas intenciones y de planes que no tuvieron en cuenta la realidad. Guiarse solamente por los deseos suele ser muy frustrante porque no se contemplaron los riesgos y las contingencias que seguramente se presentarán en el camino hacia el destino buscado.  

El emprendedor que no está dispuesto a ser realista, objetivo, paciente y flexible para ajustarse al devenir económico es mejor que se dedique a otra actividad.  

El responsable de un emprendimiento que no sabe ser paciente por estar dominado por la ansiedad de lograr un objetivo de manera inmediata difícilmente pueda llegar a buen puerto. Es necesario que comprenda que todo proceso productivo requiere un tiempo de ejecución que muchas veces debe ser alterado sobre la marcha por cambios en el mercado o errores de cálculo en la planificación. No se puede tener un pensamiento mágico, creyendo que las metas económicas se hacen realidad de forma inmediata con sólo desearlo mentalmente o dejándose llevar por una ansiedad descontrolada. 
Decenas de imprevistos o adversidades se encargan de demorar los planes o hacerlos fracasar. Un emprendedor no es un semidiós bajado del Olimpo que puede lograr lo que se le antoja, cuando quiere, como quiere y en el tiempo que quiere. 
Sin abandonar los deseos y el esfuerzo puesto al servicio de producir en el menor tiempo posible, un emprendedor debe aprender a ser paciente si quiere tener éxito en su gestión. Sin bajar la guardia ni enfriar su pasión debe comprender que la mayoría de los objetivos de la vida, incluidos los económicos, demandan un tiempo para dar sus frutos. Por lo tanto, emprender requiere no dejarse llevar por la pura ansiedad y aprender a ser perseverante para no abandonar ante los innumerables obstáculos que seguramente tendrán que superar para alcanzar sus objetivos.

COMPARTIR     COPIAR LINK

contact0

Bellavision Entertainment
Av. del Libertador 5936,
Buenos Aires. Argentina
+ 54 11 4786 3616
+ 54 11 4784 3929

redes sociales

Linkedin
Instagram